30 May Hípica infantil
[trx_blogger style=»accordion» filters=»no» dir=»horizontal» post_type=»post» cat=»96″ count=»3″ columns=»3″ offset=»0″ orderby=»date» order=»desc» only=»no» scroll=»no» rating=»no» info=»no» links=»yes» descr=»0″ top=»inherit» bottom=»inherit» left=»inherit» right=»inherit»]Montar a caballo es uno de los deportes más placenteros para los niños. Los pequeños tienen una especial simpatía por los caballos, y practicar equitación les dará la oportunidad de conocer, cuidar y respetar a estos animales. Pero, sobre todo, disfrutarán de una actividad divertida al mismo tiempo que ejercitan todo su cuerpo y adquieren valores fundamentales para su vida diaria. La equitación, que incluye las disciplinas de salto, doma clásica y concurso completo, consiste en dominar al caballo, mantener su control y aprender a manejarlo. Deporte olímpico desde 1900, puede ser practicado por niños a partir de los 4 años de edad.
Cuando un niño decide adentrarse en el mundo de la equitación es recomendable que acuda a una escuela donde haya caballos y ponys adecuados para su estatura y fortaleza, así como instructores cualificados. También se puede aprender a montar a caballo con familiares o amigos, pero extremando aún más las precauciones para evitar accidentes.
En las escuelas existen ponys y caballos de diferentes tamaños y características para que el niño pueda ejercitarse con el animal que mejor se adapte a sus capacidades y habilidades, así como a su estatura, peso y forma física. A medida que el niño crezca, tanto en edad y tamaño como en destreza, el tamaño del caballo también irá en aumento. Pero es necesario apuntar que el hecho de que tu hijo necesite un caballo de menor tamaño no implica que su aprendizaje sea más lento o que no pueda acudir a alguna competición
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